Y EL MUNDO SIGUE ANDANDO

Hoy es el día después de las grandes decisiones del mundo desarrollado para frenar la caida hacia el precipicio de la economía mundial. Era necesario y no podía esperar el usar el poder para estabilizar las sociedades y evitar un derrumbe cuyas consecuencias podían ser calamitosas. Pero que se haya actuado así, por necesidad, más que por convicción, es parte del problema. La economía mundial dirigida a través del G-7 por USA, tiene como fundamento básico la libertad del mercado como verdadero regulador del éxito económico y hoy estamos viendo las consecuencias de ese dogma.
La codicia y el interés individual por encima del interés común de las sociedades, deviene más tarde o más temprano en este tipo de desaguisados. El Estado, representa los intereses de la Nación y por tanto debe ocupar un rol regulador y de control, para evitar que los desvios que se producen por los intereses particulares o de sectores de un País, no pongan en peligro la estabilidad y la seguridad de la Nación. Si a esto le agregamos la función de distribución equitativa de la riqueza de un País como principio ético y humano, completamos el circulo virtuoso de un estado de derecho. El tiempo nos dirá, si las resoluciones tomadas por el gobierno de Bush para solucionar el daño previamente causado, por ese mismo gobierno, se tomaron en función de defender al sector financiero solamente, a costa del conjunto de contribuyentes, o se le hará pagar justamente a los responsables de la crisis, devolviendole luego a los contribuyentes, con rédito, su sacrificio.