Hemos pasado otro 9 de julio, día en que conmemoramos un aniversario más de la declaración de nuestra independencia. En esta oportunidad, nuestra Presidenta convocó, en este aniversario, al dialogo a todos los sectores del País para consensuar nuestro futuro como Nación, sobre la base de tres ejes, Sociedad, Economía y Democracia y simultaneamente convocó a los Partidos Políticos para una reforma electoral que democratice definitivamente la vida partidaria, mediante elecciones internas abiertas para la designación de los candidatos partidarios y se acabe así, la costumbre no democrática de elección a dedo de dichos candidatos. Parece promisorio, que después de las elecciones del 28 de junio pasado, donde el imaginario popular dice que ha sido un castigo al gobierno y que es un voto a favor de la oposición, el gobierno haga este convite, lo que demuestra la voluntad de encontrar un camino de progreso de nuestro País a través del consenso.
Pero, no cualquier consenso, porque hay cosas que no se pueden negociar. No se puede negociar la pobreza, la exclusión social, la concentración de la riqueza en pocas manos, la soberanía política de nuestra patria, la justicia social, la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, la obligación de darle un futuro a nuestros niños, el derecho al trabajo con un salario digno, el derecho a la educación, el derecho a la vivienda, el derecho a la atención de la salud, el derecho a una vida digna para todos los habitantes de nuestro suelo patrio. Argentina está en guerra, en guerra contra la pobreza, la inequidad, la injusticia social, la ignorancia, la servidumbre o esclavitud en cualquiera de sus formas y contra todos aquellos que solo quieran defender sus privilegios sin importarles los valores mencionados. Por eso nuestra Bandera es la que ostenta el sol y no usaremos otra hasta que hayamos obtenido la total Victoria.
Pero, no cualquier consenso, porque hay cosas que no se pueden negociar. No se puede negociar la pobreza, la exclusión social, la concentración de la riqueza en pocas manos, la soberanía política de nuestra patria, la justicia social, la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, la obligación de darle un futuro a nuestros niños, el derecho al trabajo con un salario digno, el derecho a la educación, el derecho a la vivienda, el derecho a la atención de la salud, el derecho a una vida digna para todos los habitantes de nuestro suelo patrio. Argentina está en guerra, en guerra contra la pobreza, la inequidad, la injusticia social, la ignorancia, la servidumbre o esclavitud en cualquiera de sus formas y contra todos aquellos que solo quieran defender sus privilegios sin importarles los valores mencionados. Por eso nuestra Bandera es la que ostenta el sol y no usaremos otra hasta que hayamos obtenido la total Victoria.
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