1 jul 2009

¿QUO VADIS ARGENTINA?

Han pasado 72 horas desde el acto eleccionario del 28 de junio y he tenido oportunidad de escuchar a los "ganadores". Realmente estoy muy confundido, porque parece que hay una sabiduría infinita en los periodistas de los más importantes medios y en los candidatos ganadores, que los lleva a un discurso homogeneo y hegemónico de verdades inmutables, que nadie debería poder refutar y similares al discurso del "fín de la historia" y del fín de las Ideologías", donde no importa que ideas defiende cada uno con convicción, sino como se puede llegar a un consenso amorfo, que supuestamente deje conformes a todos, sin conflictos y en una "Pax Romana", que todos sabemos tiene individualizado el poder. Todas las fuerzas de oposición se están abroquelando en exigir al Gobierno de Cristina de Kirchner, un cambio de rumbo, en la dirección que ellos quieren. Nos encontraremos con alianzas de sectores corporativos como el campo, representados por la Mesa de Enlace, la UIA, la Iglesia y los partidos de la oposición, que incluyen sectores importantes del peronismo llamado disidente y seguramente comprenderá también a parte de los que dicen ser "progresistas y que terminan siendo funcionales a la derecha .
La sociedad argentina, ha decidido que no es importante hacia donde vamos, sino que es más importante castigar un estilo de conducción. No se están eligiendo modelos de pensamiento, ni siquiera objetivos como Nación, solo se quiere gente "paqueta", con buén apellido, dirigiendo los destinos de todos, sin importar que en el "paquete", se lleven de nuevo la riqueza de nuestro país y sumen en la pobreza y la deseperanza a la mayoría de los argentinos. ¿Ven porqué estoy confundido?. Pero creo que aquellos que sí nos damos cuenta del modelo de saqueo de la derecha argentina, no podemos bajar la guardia y tenemos la responsabilidad de iluminar a nuestros compatriotas para quitar el velo del engaño marketinero, que transforma al ciudadano en un consumidor y a la Nación en una empresa privada, cuyo dueño, por supuesto, no es el Pueblo. Aquellos que hemos vivido más que los últimos 50 años de la historia argentina, no podemos ser engañados, salvo que seamos complices del saqueo y por lo tanto tenemos la obligación moral de luchar por una argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana, en el marco de una Latinoamérica integrada y con los mismos paradigmas. Invito a mis compatriotas a festejar el próximo 9 de julio, como una gesta de independencia nacional, como Nación soberana y con el espíritu de grandeza que se manifestó en el que hoy es el preámbulo de nuestra Constitución: “con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.

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